• Directorio de los mejores Colegios y Escuelas de Guatemala
  • Nuestros Planes

3 tips para hacer de las metas de los hijos ¡Todo un éxito!

Dejar que nuestros hijos se planteen y redacten ellos mismos sus Metas es una excelente práctica que se debe fomentar año tras año, sin embargo, nunca está de más ayudarlos y acompañarlos en su camino a lograr los objetivos


A continuación tres consideraciones claves para que logren sus objetivos con éxito.

Ajustar la lista de metas



Cuando los hijos definen sus metas es fundamental estar atento a la cantidad de objetivos que se trazan para el año siguiente, pues más que terminar con una lista enorme de tareas, lo importante es que las resoluciones puedan ser cumplidas en el tiempo.

Resulta muchísimo más razonable que se enfoquen en dos o tres metas puntuales para que así puedan trabajar con expectativas reales. De esta manera es más seguro que finalicen el año celebrando los logros en lugar de recordar lo que en el camino fueron olvidando.

Así mismo es importante que los objetivos sean concretos, específicos, manejables y a la altura de su alcance; de lo contrario se caen rápido y los chicos se desmotivan.

Hacerles seguimiento sin agobiarles



Es importante hacer chequeos periódicos en lo que los hijos están haciendo, sin preocuparlos con el tiempo que les está tomando hacerlo. Habrá días que pueden olvidar sus tareas, días en los que estén más distraídos que otros, y podrán surgir imprevistos para los que habrá que estar abiertos. Esto no constituye un fracaso; es parte del proceso.

Cuando los hijos no están haciendo ningún progreso se debe conversar con ellos para detectar el nivel de dificultad que puede estar representando y evaluar qué se puede hacer al respecto. En ocasiones es cuestión de emocionarlos de nuevo y motivarlos a continuar.

Pasito a pasito hacia la meta



Convertir una buena intención en un hábito es una de las lecciones más importantes que se pueden enseñar a los hijos. La clave para llegar a la meta y encontrar la felicidad que viene con el logro está en distribuir el esfuerzo en pequeñas tareas que ir cumpliendo poco a poco. Esto permite ganar disciplina y fortalecer la voluntad en los más pequeños.

Por ejemplo, si la meta es mantener el cuarto más ordenado, la tarea de la primera semana puede consistir en mantener los juguetes siempre en su caja, la segunda semana adicionar el tender la cama todos los días; y así semana tras semana ir complementando hasta que se haga un hábito mantener el cuarto ordenado a diario.

Lo más efectivo es dejar que sean los mismos chicos los que decidan qué tareas hacer.